«En medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible.» Camús
Nunca había pasado tanto tiempo sin escribir, estática ante un teclado, emociones sin salida, atascadas en inviernos de sol cubiertos de nieve. Con poco coraje para quedarme a solas conmigo misma y escuchar por dentro, a modo caracola. Demasiados ecos, silencios e irrealidad. Hoy, suena de nuevo Lullaby de Sleeping at lasten la casita marinera, engranaje, suena oxidado pero precioso. Puedo escribir.
Creo que vivir es levantarte por la mañana con la sonrisa de oreja a oreja deseando contar lo que hiciste ayer, deseando compartir con todos ese rato genial que pasaste entre gente maravillosa. Experimentar, saborear, escuchar historias…
Me declaro fan incondicional de Silvia y su proyecto, cenasadivina. Lo he dicho mil veces en el blog, esas cenas privadas y mágicas en Madrid… Siempre miro su calendario de eventos cuando empieza el año e intento organizarme, no sabéis la ilusión que me haría escaparme a alguna de sus cenas, pero casi siempre Madrid parece estar a años luz de mi rutina mundana.
El caso es que el otro día, sin esquemas previos, aterricé en una de esas cenas soñadas, aún me queda pendiente una «cenaadivina», pero esta experiencia fue del todo formidable. Gracias a mi querida Cristina (esta Perseide siempre nos sorprende con sus regalos, y tiene el puesto número uno en el podio de la originalidad), allí nos vimos, en una cena genial y pintoresca, con menú propio de restaurante con estrella y dos expertos catadores que hicieron de la velada una autentica aventura @vinomartorredelmar
Volverás a flote, revoloteando por esa playa de invierno a la que siempre vuelves.
Dicen que el dolor puede ser emocional, que si te duele la garganta es porque tienes dificultad para perdonar. Que cosas… Sea de un modo u otro, el catarro sólo tiene una parte positiva, la obligada pausa. Manta, té ardiendo con limón y a mirar por la ventana
«El arte de la vida consiste en hacer de la vida una obra de arte.» Voltaire
Suena Move together, de James Bay, por aquí huele a chimenea, a cartón, a paquetes recién abiertos... Me quedo mirando fijamente esa lámpara de madera que tengo en el escritorio, un regalo especial sin duda. Las cosas están para descubrirlas… porque cada cosa siempre tiene una historia, algo que contar, que nos recuerda esa pequeña parte de nuestro viaje. Hoy os robaré un ratito de vuestro tiempo para hablaros de Posterlounge, un nuevo descubrimiento, porque Internet a veces puede ser cálido, divertido y guardar tesoros
«Porque el regalo no está dentro del paquete, sino en las manos del que lo entrega.»
Noviembre aterriza con su calma otoñal y ese olor típico a tarta casera en el horno… porque después de un octubre de «gota fría», esas lluvias torrenciales que casi parten el mundo en dos mitades, siempre sale el sol.
Y tras reconstruirte, playa, reapareces en paz, desierta, celeste… estabilizando el tiempo, el aire, tus corrientes. Tu arena parece haberse curado de un verano aglomerado, y haberse olvidado por fin del oleaje, escondiendo el barro y los rastrojos; al igual que nosotros escondemos nuestras emociones rotas en el corazón, apartándolas de la superficie.
«Sólo tengo un corazón, solamente un corazón, vulnerable ante tanta inmensidad… Y si no lo riego yo, con anhelos y con sueños, yo, se me morirá de pena en un rincón» Jose Ft.
Menuda rachita llevamos de averías domésticas en casa, ya es el segundo año consecutivo que empezamos septiembre con una huelga general por parte de la nevera, rotura de termo incluída y algún que otro incidente rocambolesco más en el universo del electrodoméstico. Porque estoy segura (y eso os lo puedo prometer) que el anuncio de Media Mark, «yo no soy tonto», iba definitivamente por mi. ¡Madre Santa! que necesaria y vital es el agua caliente… esa ducha agradable al final del día que te recompone y se lleva por el desagüe todo esos problemillas que te picotean el entre cejo como avestruces rabiosas… o esa hora sagrada del baño de Jorgito, con la dichosa musiquita del Imaginarium. Pues nada… aquí estamos viviendo a lo troglodita desde hace ya más de una semana… transportando congelados, organizando la nevera en bolsas plastificadas y calentando ollas de agua caliente en la vitrocerámica, al más estilo hombre de la caverna.
«Y sí… puede que al final tuvieras toda la razón. «
Suena Bridge Over Troubled Water de Aretha Franklin. Un sombrero, una mesa de madera, velas y ese cuaderno lleno de tachones de tinta azul. Preparo café (son las cinco y media).
Donutcon triple de crema de chocolate (total que más daban unas cuantas kilocalorías de más) ya era hora de asumir que este verano no iba a parecerme para nada a Pilar Rubio después de su embarazo (esa mujer debía ser de otra galaxia), y Dios sabe que me he destrozado las rodillas haciendo sentadillas. Cada uno allá con sus «culebrones» personales en materia de «michelín», yo al menos había conseguido entrar en un bañador de temporada, no os voy a desvelar la talla, pero… bien por mí!
«Un niño cruzó el universo montado en un burro con alas de plata, buscando una estrella llamada Renata.» Enero en la playa, Facto Delafé y las flores azules.
Eclipse, dícese de ese fenómeno astronómico en el que un cuerpo celeste se pone delante de otro, se alinea de una manera determinada y ocurre el espectáculo.
«La MAGIA es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos.» Paulo Coelho
Dicen que la última gran glaciación está por llegar, se predicen periodos descendentes de actividad solar, así que a pesar del calentamiento, la nieve llegará algún día… Ciclos solares en definitiva, nada nuevo, miles de años… un pequeño salto galáctico y vuelta a la edad de hielo. Siempre he entendido la vida como un pequeño cosmos personalizado (a lo mejor suena pretencioso) pero todos tenemos nuestro propio universo, nuestros propios inviernos profundos y nuestros veranos, primaveras otoñales o otoños de flores… así somos. Seres en movimiento que buscan adaptarse de algún modo, porque al movernos necesitamos esa fase de conexión… lejana de lo meramente físico. Periodos de adaptación severos, que en ocasiones no se producen… y aunque raro, retornamos antes de haber estado.
Menudo rollo de cuentos chinos nos contaban de niñas… princesas encerradas en castillos con dragones, apuestos príncipes enamorados que trepaban la torre y mataban fieras con su espada mágica. Historietas imposibles, sólo aptas para cuentos de hadas. Todos sabemos que en la vida real la única capaz de salvar a la princesa, trepar una hiedra, negociar con un dragón hambriento sin salir ardiendo y mantener la cordura mientras caen bajo sus pies cincuenta puentes de madera y cuerda… es «una madre».