HOLA Primavera

Llega la primavera… con esa revolución hormonal tan característica, tan loca y tan alérgica. Como cada año, abril a pesar de su inestabilidad general, y sus «lluvias mil», suele ser el mes donde empiezan los grandes ratos al sol, las primeras páginas del año bajo la sombrilla (sonries, verdad? lo percibo…)
Porque la playa de invierno se vuelve más real, más palpable a la luz del sol; y empieza a dejar atrás sus variaciones, sus emociones e incoherencias estacionales. La primavera aún nos regala esa virginidad, esa pureza absoluta con ciertas cicatrices de tempestades pasadas. Y es que vivir en la playa, al final es un estado, una forma de tocar el mundo, un estilo de vida.

Nubes negras que traen lluvia a todo color

lluvia
Porque no todo es lo que parece, y porque a veces las nubes negras y las decepciones nos descubren perspectivas nuevas, personas que nos atrapan el doble… y es que por una extraña ley matemática, todo, en absoluto, ocurre por algo.
Existen ciudades dormidas, susurros y luces que nos traen de vuelta a casa. Luces que entienden tus rarezas incluso mejor que tú misma. El día que decides regresar a la tierra podría ser un miércoles cualquiera, en el que piensas que ningún viaje marciano conseguirá devolverte ya a ese estado de tranquilidad de la niñez… y que la vida terrestre podría merecer la pena a pesar de todo. Así que paras en seco, detienes tu nave… Pues podría ser interesante enamorarse del cielo desde la arena.

Desde el principio hasta el final la vida es un circo

 
Si consiguiese vivir en un circo amarillo y blanco, donde nada fuese demasiado en serio… donde la magia nos conquistase y los focos borrasen todo lo que nos enturbia la mirada. Si consiguiese verme sobre un elefante o caminando por una cuerda en equilibrio, entonces podría bailar bajo trompetas… que bonito sería. Volaría entre leones feroces como una estrella de cine de los 50 y ninguno me comería con patatas… porque así es el circo.
Me he despegado de la realidad y ahora busco malabaristas, brillos, lentejuelas y arcoiris a todo color, ahora sólo dibujo lo que realmente importa, lo que me da la gana, lo que quiero ver… y me gusta. Me gusta tanto que lo digo a voces en esta habitación naranja.

Sombreros y Flores

«Por fin me he liberado. Me he desembarazado de la mentira y el miedo. Ya no persigo quimeras imposibles. Sobre mi cabeza no vuelan más cometas, pero tampoco nubes oscuras ni espadas suspendidas. La verdad, una vez asumida, aplaca la angustia de vivir con el constante miedo a que nos atrape.  
Cuando todo se ha perdido, todo se ha ganado. Por fin he descubierto que se puede vivir cargando con el pasado, sin orgullo pero también sin verguenza. Mi vida se ha ampliado, y ahora no conozco ni sé fijar sus nuevos límites. A mi izquierda, el pasado: un arrasado campo de batalla. A mi derecha, el porvenir: un extenso campo sin rutas ni señales. Me he instalado en un presente tan vacío como un solar por edificar, espero. Espero con calma, llevo esperando tantos años que nada me cuesta esperar todo el tiempo más.» El contenido del silencio.

La Vie en Rose

 
ROSA… El nuevo BLANCO!
Me encantan las bodas (eso ya lo sabéis) y mucho más si son pasteles… chic y diferentes, como la vida misma. El ROSA está de moda, inspira, genera texturas perfectas y te hace sentir única. ¿Te atreves?

Picnic de invierno extraterrestre

Estaba allí, intacta como si nada… mordiéndose las uñas como de costumbre,  frente a frente, mirándose fijamente en aquel picnic extraterrestre. Todas las nubes volando sobre sus cabezas y ese frío penetrante que les recordaba que aún estaban vivos. Lágrimas dulces y esa forma de nostalgia que llenaba el vacío sin que ellos lo supiesen.  En sus ojos, su lucha contra el miedo y todas las sensaciones inexplicables de las almas maravillosas.

Papel y Cartulina

Todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta de que la felicidad está en las cosas pequeñas. Resulta increíble lo que se puede hacer con papel y catulina. Tarjetas, postales, sobres, cuadernos… Tan sólo necesitamos saber escoger bien las texturas, los estampados y tener algunas ideas. Personalmente, me encanta comprar pliegos de papel antiguo, periódicos y recortables en tiendecitas perdidas por el mundo. Los pongo todos juntos enrollados en un cubo de latón, además de darle un toquecito artístico a la habitación, me permiten inventar e imaginar diferentes combinaciones.

El Mercado de las flores

Hoy como muchos otros domingos me he levantado temprano… y es que por más que lo intento no puedo dejar de madrugar, que lejos quedaron aquellos días en los que dormía como una marmota y me levantaba para la merienda. Aunque lo niegue mil veces, soy más de «desayunos», unas buenas tostadas con mantequilla, mermelada y un buen café con leche no tiene precio. El caso es que cuando a las nueve y media de la mañana de un domingo te sientes con una explosión de energía un tanto ruidosa, tienes que escapar de casa. Y nada mejor que un paseo por el mercado de la flores en Columbia Road, de película.

Todo flores

«Siempre había habido en el planeta del principito flores muy simples, adornadas con una sola fila de pétalos que apenas ocupaban sitio y a nadie molestaban. Aparecían entre la hierba una mañana y se extinguían. Pero aquella había germinado un día de una semilla llegada de quién sabe dónde…» Antoine de Saint

Busca ese momento especial y no lo dudes, envuelveté en flores!