Invitadas, champán y otras pócimas

«Eres la manera que tiene el mundo de decirme lo bonita que es la vida.» J. Cortázar

Mar, preciosa novia Helena Mareque y Ana Dora, perfecta invitada Suma Cruz.

Invitada perfecta… me pregunto que habría hecho sin ti todo este tiempo, no se como habría sobrevivido a mis catarsis siberianas y a tanto melodrama peliculero; ratos de desamor, suspensos como catedrales y días de lluvia intensa. Gracias, simplemente por traer crepes de chocolate esos días raros, por saber poner siempre la película adecuada, por convertir nuestro pasillo en la pasarela de las estrellas y ponerte esa falda de tutú cada tarde para ver Fama a bailar.

Escribo este post porque me he cansado de buscar en Mr. Google eso de «invitada perfecta», y no encontrar más que combinaciones de color, vestidos prohibidos, las diez cosas que nunca llevarías a una boda o escalas del uno al diez.

Y digo yo… ¿qué queda del sentimentalismo loco de la fiesta del pijama? Menuda falta de romanticismo; menuda falta de homenaje a esas amigas de toda la vida. Amigas que soportan más de un año entero el mono tema «boda» 😉 sin borrar la sonrisa de la cara (es para ponerles un monumento); y se vuelven medio locas guardando fotografías de vestidos en Instagram, hasta perder absolutamente la cabeza y colapsar la memoria del móvil.

Querida invitada perfecta, o imperfecta (como quieras)…

A mi me gusta cuando te rompes el tacón y vas cojeando toda una boda partida de risa, se te corre el rímel con el discurso del padrino, cantas a pleno pulmón con la banda y bailas a lo clase de zumba hasta el amanecer. Me flipa cuando eres capaz de repararlo todo con esos imperdibles mágicos que guardas en tu bolso… o nos retocas el careto con un kilo de colorete a lo Rivera Maya.

Te tengo que querer… porque así eres tú, mi invitada perfecta, mi invitada favorita… la que escribe cada historieta peculiar y cada anécdota irrepetible de nuestras vidas.

Gracias amiga.

MIS INVITADAS FAVORITAS

¡INSPÍRATE, EL SECRETO ESTÁ EN DISFRUTAR!

Que no nos falte nunca el champán, para brindar por cada paso loco en el camino. Y sigamos teniendo esa pócima secreta que nos une de una forma tan especial.

Cortijo En Medio, Granada

Era guapa… no guapa de esas que tienes cerca y suspiras, guapa de aquellas otras que tienes lejos y te falta el aire.

Y si volviera atrás en el tiempo y pudiese hablar con aquellas niñas que fuimos, les diría que disfrutasen un poco más de la maravilla de ser imperfectas, porque la vida no hubiese sido la misma sin meter las llaves de casa de vez en cuando en la lavadora.

Un abrazo enorme princesas y sapos, gracias por leerme y a seguir caminando. BB

1 Comentario
  • Berta
    Responder
    03/03/2018

    Muero de amor!!! Que bonito este post! De mis preferidos…

Dejar un Comentario: