Querida niña extraterrestre

Hoy te diré aquellas cosas que nunca te dije…
Te escribo a ti, sí a ti… a esa filósofa griega atrapada en la época moderna, a esa astronauta con miedo a las alturas, a esa extraterrestre en la tierra. Has huido de piratas, atravesado meteoros sin armadura y dios sabe que te ha picado, que te ha dolido… Jolín si hasta has ardido de forma desbordante; pero qué habría sido de tu viaje sin esa posibilidad. Al parecer has vuelto de Siberia esta madrugada, no se cuanto tiempo sueles andar metida en sus heladas, sólo sé que esta salida sólo es temporal, y probablemente corta, no más de uno o dos ciclos lunares, imagino. Y es que en el fondo te encanta lo místico. Bueno, no quiero que te disculpes por ese universo tuyo, no deberías pedirme perdón por mudarte a tus planetas. Tengo claro que el que te exige explicaciones jamás encontrará naves para llegar a ti.

Eres cósmica, te lo he dicho un millón de veces, pero no te lo aprendes. Te cuesta trabajo aceptar esa naturaleza estelar y ya me canso de tu actitud de incomprendida. Me canso. Y sólo porque te quiero de un modo un tanto extraño te escribo esta carta, para que dejes salir tus colores por encima de la cabeza. Quiero que conquistes el principio de las cosas, como solías hacer, que dejes de viajar para perderte y te encuentres rumbo a la tierra o acampes en Vega, para ser feliz, como sólo tú sabes hacerlo.

No hay finales querida niña extraterrestre, sólo principios infinitos con diferentes variables y coordenadas.
Gracias por saber volar, hasta la próxima! BB

No hay Comentarios
Dejar un Comentario: