La hierba creciendo
Las piedras se saltan, se esquivan… y si no se puede… y te derriban, pues te caes! y aunque estés rota, te levantas de nuevo, porque en eso consiste la valentía, lo fundamental es dejar atrás cada una de esas piedras, el resto es un círculo absurdo que se cierra siempre en el mismo punto. «Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distrubuir el trabajo. Lo primero es evocar en los hombres el anhelo por el mar».
Parar, escuchar y sentir… tremendamente complicado en estos días donde todo corre y gira a la velocidad del rayo, nadie dijo que fuese fácil. Pero a pesar de todo no os pongáis a construir cualquier cosa al azar en vuestra vida, es cierto que cualquier camino vale, siempre que el objetivo sea seguir caminando, pero no recorráis ni un metro de infelicidad. Habrá momentos en los que perdamos aliento, una bocada se esfumará en el aire y nos sentiremos un poco más vacíos, será entonces cuando Dios nos ofrezca un momento de reflexión, un pequeño instante para hacer recuento y decidir por qué sendero queremos seguir caminando. Mientras tanto… lo mejor será percibir los segundos a otra velocidad y sentir la hierba en su viaje.
Alicia Ruiz
Gracias Beatriz, siempre es un placer leerte.