Pizcas de color sin miedo

Dicen que el miedo sólo es al empezar… que cuando empiezas la tormenta se apacigua y lo que parecía muy grande al principio se convierte progresivamente en algo más ligero.
Si el miedo sólo está al principio lo suyo sería empezar a perderlo cuanto antes… no? Ponernos en marcha, crear algo, ocupar la mente, en cualquier dirección… lo que se nos ocurra,  que importa.
¿Te atreves? Vamos a darle una oportunidad a lo absurdo (a lo mejor no resulta serlo tanto). Baila un poco, y ríete aunque me eches de menos, suelta carcajadas aunque por dentro te queme el alma, total a lo mejor conseguimos engañar al subconsciente.
Corre por la playa, dibuja… no te aburras, crea tu propia música y tarareala… Haz que cuente. Imagínate un universo creativo donde todo marcha, donde todo te gusta. Cree con la misma seguridad con la que viniste al mundo y déjate llevar… Levántate y hazlo genial, supremo…

Desde el principio hasta el final la vida es un circo

 
Si consiguiese vivir en un circo amarillo y blanco, donde nada fuese demasiado en serio… donde la magia nos conquistase y los focos borrasen todo lo que nos enturbia la mirada. Si consiguiese verme sobre un elefante o caminando por una cuerda en equilibrio, entonces podría bailar bajo trompetas… que bonito sería. Volaría entre leones feroces como una estrella de cine de los 50 y ninguno me comería con patatas… porque así es el circo.
Me he despegado de la realidad y ahora busco malabaristas, brillos, lentejuelas y arcoiris a todo color, ahora sólo dibujo lo que realmente importa, lo que me da la gana, lo que quiero ver… y me gusta. Me gusta tanto que lo digo a voces en esta habitación naranja.