Domingos en Siberia

Había una vez una niña que caminaba por un puente blanco, me gusta pensar que era yo misma, quizás lo fuese… la soledad de las tardes de invierno de los hijos únicos dan para muchos paseos por jardines mágicos, para imaginar!
Una época de serpentina, de crear… en fin la niñez…  un lugar donde apetecía quedarse y al que sin embargo nunca he vuelto.

Desde Siberia

La sencillez es preciosa, las cositas pequeñas del día a día… sin saber muy bien por qué, a pesar de los días insoportables y del aburrimiento inevitable, una extraña energía nos atrapa y nos mantiene enganchados al despertar… a la vida. Y queremos estar despiertos para siempre, y queremos, queremos y queremos…