Bye bye London

Hoy he recordado por qué escribo, por qué tengo este blog y por qué a veces siento la necesidad de esconderme en las cafeterías con un viejo cuaderno y un lápiz a garabatear. Es cosa del alma, de las emociones atrapadas que necesitan liberarse, salir con las palabras. Pero a veces son demasiado fuertes, y entonces tenemos que llorar… que reír o partirnos en dos.
«Rompí a llorar.  Me encanta esa expresión. No se dice rompí a comer o rompí a caminar. Rompes a llorar o a reír, y merece la pena hacerse añicos por esos sentimientos.» Albert Espinosa

Diciembre

31 días de sueños

Nunca dejamos de dar vueltas, de movernos hacia alguna parte. Así es la vida, hacer maletas y deshacerlas, tener miedo y caminar. Perderse y encontrarse, o no encontrarse y a pesar de todo seguir buscando.

Creo que la vida de las personas puede medirse de muchas maneras, algunas personas se miden a sí mismas por sus logros, por el dinero, por lo que poseen, por ese golpe de suerte. Mientras que otros lo hacen por el trabajo, el sacrificio, por lo que han conseguido y cosechado. Estos suelen ser los más inteligentes.

 

Yo siempre he pensado que una forma muy buena de medir tu vida es mirar a tu alrededor y darte cuenta de quiénes se miden contigo. Cuando la gente que se mide contigo es extraordinaria, probablemente es que vayas por el buen camino. Me emociona ver a la gente inquieta, trabajando duro por construir ese barco con el que sueñan.  Diciembre es el mes de los soñadores.

La hierba creciendo

Chispeaba, ese tipo de lluvia que nadie termina de comprender, el caso es que para llorar así no llores, o arrancas de verdad, con la liberación de emociones que eso supone o te secas las lagrimillas… Paseaba, un tanto enfurruñada por esa llovizna estúpida tan típica de Londres, cuando ví pasar un chico con una camiseta peculiar, llevaba un mensaje que no pasó para nada inadvertido ante mis ojos,»listen to the grass grow», fue una revelación para mí. Y es que a veces necesitamos «esa» pausa, cerrar los ojos y percibir las cosas de otra manera, «parar» en definitiva. Abrir los oídos y sentir que es lo que está pasando desapercibido… escuchar el mundo, apartarnos de las dificultades y simplemente escuchar la hierba crecer. Es cierto que nos cuesta «escuchar», quizás nos entretenemos, nos distraemos demasiado…

Domingo de Mayo

Los días en los que corría, en los que volaba alto, aquellos en los que me frenaba de golpe y me caía rodando. Cuando decidía escalar montañas. Los días en los que intentaba ser mejor, y otros muchos en los que era peor. En mis aciertos, en mis dudas, en mis noches sin dormir… tú siempre eras mi madre.
Feliz día de la madre!

Las cosas importantes

Solemos aprender las lecciones de la vida sentados en la mecedora de la salita, cuando ya el bastón es nuestro mejor aliado, cuando la mitad de lo que éramos se quedó en el camino y los que nos enseñaron a caminar nos observan desde Dios sabe donde.

Regreso a los 80’s

Vinilos y Rock and Roll
Es cierto aquello de que la vida sin música no sería lo mismo, es extraño recordar momentos vividos sin esa banda sonora peculiar que cada uno siente dentro, como suya, como parte de lo que conoce. Y es que en el fondo todos somos un poco lunáticos, todos hemos cerrado los ojos bajando una colina con la bicicleta, sintiendo el aire fresco en la cara y escuchando aquella vieja canción que ahora por supuesto no recordamos… pero que si sonara…nos teletransportaría a aquel instante, aquel instante único e irrepetible en el que fuímos tan libres.

19 de Marzo

«…que tenga un don no significa que lo utilice contigo. Jamás lo he hecho. A mí me emociona todo lo que tu haces, simplemente porque es parte de tí.» Albert Espinosa

Postal de San Valentín

Ayer en el autobús de vuelta a casa, un señor de unos cincuenta y tantos. Llevaba una mochila vieja, media rota… de la cual asomaba un pequeño ramo de flores rojas, le sonreí brevemente y él me devolvió el guiño.
Ayer comprendí por qué la gente regala flores en San Valentín.

Un día

«Creo que a algunos les da miedo… pensar que las cosas pueden ser distintas. El mundo no es exactamente…una mierda. Alguna gente está acostumbrada a las cosas como están… y aunque estén mal no pueden cambiar. Y digamos que se rinden… Y cuando se rinden todos pierden.» Cadena de Favores, 2001. Dirigida por Mimi Leder.