LA BODA DE CARTULINA

«Yo ya era así antes de que tú llegaras, caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas. Incluso antes de que llegaras yo ya vivía enamorado de ti y a veces, no pocas, te extrañaba como si supiera que me hacías falta.»  

Julio Cortazar. Las cosas que nunca te dije.

El Novio Burdeos

novio ideal
Y la verdad es que nos volvemos majaretas con esto de las bodas… que si nuestro vestido, nuestros zapatos, nuestro ramo de novia… miles de consejos de blogs especializados en el disparatado día de nuestra boda, y al final… para un micro segundo en el aire, un micro segundo genial y estupendo… Sí! pero que se esfuma en un abrir y cerrar de ojos.
Si os digo la verdad, al verlo con perspectiva… nada resultó ser tan crucial, ni tan de vida o muerte. Te pusiste el vestido que te gustó aquel martes de chaparrón, aquella tarde de cafés de invierno después de una llorera de media hora… ese que llegó a tu vida por casualidad y que no parecía sentarte mal del todo; los zapatos fueron pura elección del azar y del ramo… mejor ni hablamos. Porque en la vida real, las cosas no son del todo como en «instagram»; y eso… pues está bien.
Querido chico burdeos, tú fuiste más de conservar la genialidad, de disfrutar cada segundo y de descorchar botellas porque siempre había algo que celebrar. De conservar esa paz interior y de intentar no sacar las cosas de quicio; de recordarnos que no debíamos perder el concepto, la esencia de las cosas, lo verdaderamente importante… porque al final lo que cuenta, es ser capaces de desnudarlo todo. GRACIAS!