Sombreros y Flores

01/03/2015

«Por fin me he liberado. Me he desembarazado de la mentira y el miedo. Ya no persigo quimeras imposibles. Sobre mi cabeza no vuelan más cometas, pero tampoco nubes oscuras ni espadas suspendidas. La verdad, una vez asumida, aplaca la angustia de vivir con el constante miedo a que nos atrape.

Cuando todo se ha perdido, todo se ha ganado. Por fin he descubierto que se puede vivir cargando con el pasado, sin orgullo pero también sin verguenza. Mi vida se ha ampliado, y ahora no conozco ni sé fijar sus nuevos límites. A mi izquierda, el pasado: un arrasado campo de batalla. A mi derecha, el porvenir: un extenso campo sin rutas ni señales. Me he instalado en un presente tan vacío como un solar por edificar, espero. Espero con calma, llevo esperando tantos años que nada me cuesta esperar todo el tiempo más.» El contenido del silencio.

Hace siglos que no lloro… a veces en la profundidad de la noche lloraba hasta romperme; ya no me acuerdo de eso… Quizás habremos llegado a ese equilibrio cósmico y absoluto en el que las emociones se ajustan al tamaño del corazón y ya no se derraman; no lo sé. Intentas llorar, y ya no puedes; alguna lágrimilla quizás se asome alguna vez por la emoción de la existencia, pero poco más.