La Plebeya que se convirtió en Reina

«La verdadera belleza brota del corazón y habita en los ojos.»

Espacios, grandes o pequeños, temporales o definitivos. Espacios que creamos con pasión para quedarnos un ratito o por qué no… para quedarnos toda la vida. Y a la pregunta de por qué eres tan maniática del orden, por qué adoras las cestas de mimbre hasta la enfermedad o por qué el blanco invade todas las habitaciones de tu casa y de tu rutina… la respuesta es esa, ESPACIO, reino, planeta, «estar a gusto».

Quería tener una cesta para meter otra cesta, y otra para organizar aquellas cestas que ya no utilizaba, alguna otra para guardar esos libros que ya no leía, y un par de ellas para tener a mano mis novelas favoritas. Una a pie de cama con el libro de notas y una manta… por supuesto una básica al lado del sofá (con esas cosas que no necesitamos para nada y siempre nos hacen perder el mando a distancia). Una cestita pequeña para las llaves, otra para el papel higiénico, las toallas de mano… las toallas de la playa, los sombreros de paja, aquellas flores del pelo que compramos en Londres, las postales de aquel verano, mis recuerdos de Italia, las bufandas de invierno… (risas)
Fotografía de chilldeco.com y decora.com

Porque qué feliz puede llegar a ser uno con esas tonterías de la vida, con esos cinco millones de cestas organizadoras que dimensionan todo nuestro existir y nos hacen genuinos, y sí! GENIALES! Crear belleza no siempre implica disponer de miles de tesoros (al menos a mi entender), más bien requiere de ganas de ser «bello», y eso si que es difícil. «La belleza salvará el mundo», nunca se escribió mayor verdad.Pero al final, sabes qué… pues que somos plebeyos en un mundo veloz, vivimos en minúsculas! en minúsculos espacios parecidos, estamos a la última (en todo!), no necesitamos cajas, ni cestas… porque guardar está pasado de moda, sólo nos interesa la novedad (que rollo… porque nosotras queríamos ser «vintage», ¿te acuerdas???? ).

Ahora es mucho más chulo ser nómada. DISCREPO! Puede que no haya que aferrarse a todo como poseso, al final es un lastre estar en esta vida agarrado a lo material… no se trata de tener un anillo a lo «Gollum», ni de plantarse en un sitio y no moverse a modo pino! Se trata de DEJAR HUELLA!

Pero por qué renunciar a vivir en MAYÚSCULAS? en y desde cualquier parte. Por qué avergonzarnos de nuestras peculiaridades?? Quiero tener cestas con mis cosas, con mis diferencias, con mis historias personales por todas partes, para mostrar al mundo mi particularidad, para dejar un pedazito de mi belleza y proyectar la película de mi vida en cualquier cine cuando me plazca.

Si guardas aquellas entradas de cine desde hace cien años, aquellas en las que aquel chico rubio con espinillas te invitó a palomitas, probablemente has entendido este post, y me encanta que lo hagas, porque lo mejor es que esa magia ocurre en todos los escondites del mundo (ahora si que sonreimos juntas ;))

Genera belleza en todo lo que hagas, dibuja palacios, y nunca renuncies a ser una reina.
«… dejé mi mundo de plebeya para empezar el de guerrera. Cuando termine el de guerrera, empezaré el de REINA entonces diré que valió la pena.»
Un abrazo y a seguir caminando, BB
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